martes, 27 de febrero de 2007

Zouhier se declara «superinocente» y afirma que alertó sobre la venta de los explosivos

La séptima jornada del juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004 ha comenzado esta mañana con la continuación del interrogatorio de Slimane Aoun, detenido el 28 de julio de 2004, por parte de su abogado Cristóbal Gil del Campo. Tras él, le ha tocado el turno a Nasreddine Bousbaa, quién sólo ha accedido a contestar a las preguntas de su abogado. Pero los interrogatorios de esta mañana se centrarán en los de los principales acusados de proporcionar los explosivos con los que tuvieron lugar la masacre, el confidente Rafa Zouhier y el español Emilio Suárez Trashorras.

Zouhier, «superinocente» , advertido por Tribunal

Rafá Zouhier, acusado de colaboración con organización terrorista y suministro de sustancias explosivas y que ha comenzado a declarar hoy en el juicio del 11-M, mantuvo nada más sentarse ante el tribunal la primera conversación algo subida de tono con el presidente de la sala, el magistrado Javier Gómez Bermúdez.

Todo empezó cuando Gómez Bermúdez le pidió que se declarara inocente o culpable, a lo que Zouhier respondió: "Superinocente". Acto seguido, el magistrado le dijo: "Inocente, el super sobra". En ese momento, Javier Gómez Bermúdez le advirtió de que a partir de ahora "lo justito". "No le voy a permitir ni una; a la mínima le interrumpo la declaración y le mando al calabozo", agregó.

Este ha sido el primer incidente durante la declaración de Zouhier, que se enfrenta a una pena de 20 años y es confidente de la UCO de la Guardia Civil. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, empezó a interrogarlo en un tono muy intenso. El propio Zouhier indicó al fiscal jefe que "no quiero que se manipule a la opinión pública, hay víctimas detrás", aunque el juez llamó la atención en varias ocasiones al procesado.

• «Sí informe»

"Si informé", respondió Zouhier, de 27 años, cuando el fiscal de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, Javier Zaragoza, le preguntó si entre julio de 2003 y marzo de 2004 informó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil española sobre la venta de 150 kilos de explosivos. Según la Guardia Civil, en 2003 Zouhier no suministró ninguna información sobre explosivos.

"En 2003 avisé que esta gente quiere vender 150 kilos" de explosivos. "Mil veces he transmitido la información sobre los explosivos", reiteró Zouhier que se declaró "super inocente" durante un agitado interrogatorio del fiscal en el séptimo día del megaproceso por los atentados del 11-M.
Zouhier negó haber estado involucrado en el tráfico de explosivos. No obstante en 2003 participó en una reunión que mantuvieron en un McDonalds de las afueras de Madrid Jamal Ahmidán "El chino", supuesto jefe operativo de los atentados, y el ex minero español José Emilio Suárez Trashorras.

"¡Qué culpa tengo yo de los explosivos que explotaron en los trenes! . ¡Si yo había avisado de los explosivos! ", insistió Zouhier, a quien el presidente del tribunal, el juez Javier Gómez Bermúdez llamó al orden varias veces, al punto de decirle en un momento "¿se quiere callar de una puñetera vez? ".

Zouhier, contra quien la fiscalía reclama 20 años de cárcel, es junto con Trashorras uno de los principales acusados en el suministro de explosivos robados en minas de Asturias (norte) que la célula islamista cambió por hachís. De los 200 kilos robados, más de 100 fueron usados en los cuatro trenes suburbanos que estallaron el 11-M cuando se dirigían a la estación madrileña de Atocha.

Bousbaa niega haber falsificado pasaportes por orden de «El Chino»

El argelino Nasreddine Bousbaa, para quien la Fiscalía solicita 11 años de cárcel por falsificar documentos para la "célula" terrorista que cometió los atentados del 11-M, negó hoy ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional haber facilitado documentos falsos a Jamal Ahimidan, "El Chino", uno de los siete terroristas que se suicidó en Leganés (Madrid) el 3 de abril de 2004. Admitió, no obstante, haberse dedicado anteriormente a esta actividad, que abandonó en 1999.

Bousbaa fue el segundo de los procesados que declaró durante la séptima sesión del juicio por la masacre, que se celebra en el pabellón de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, en Madrid. Sólo contestó a las preguntas de su abogado defensor y negó cualquier tipo de contacto con radicales islamistas.

El presunto falsificador condenó la masacre de Madrid y aseguro que en su país de origen, Argelia, se conoce suficientemente este problema y que los terroristas no son verdaderos musulmanes. "Dicen que yo mando gente a Irak, con mis pasaportes, váyase por ahí", señaló Bousbaa, al tribunal en un momento de su declaración, visiblemente alterado.

Según el escrito de conclusiones preliminares de la fiscal Olga Sánchez, Bousbaa facilitó "El Chino" a finales del mes de enero de 2004, dos pasaportes y un permiso de conducir españoles en los que se colocaron las fotografías de Ahmidan y otro de los suicidas Abdennabi Kounjaa, con identidades distintas y que se localización en los escombros de las ruinas de Leganés. Se encuentra en libertad tras el pago de una fianza.

Además, mantuvo varios contactos telefónicos con "El Chino" entre los días 6 y 10 de Marzo, así como con Mohamed Oulad Akcha y con Rifaat Anouar, otros dos de los integrantes de la célula que falleció en la explosión de la calle Carmen Martín Gaite. Formaba parte del grupo dirigido por "El Chino" y ayudaba en la ejecución de diferentes actividades criminales como el tráfico ilícito de drogas, la perpetración de robos o las falsificaciones.

• Pasaportes viejos

Durante su declaración ante el tribunal, Bousbaa reconoció un amigo le preguntó en una ocasión seguía realizando falsificaciones, con el fin de que realizara unos trabajos para "El Chino", de quien le facilitó un teléfono. Añadió que Ahmidan le entregó tres pasaportes que eran muy viejos, por lo que en su opinión no podían ser falsificados.

Según Bousbaa, Ahmidan le dijo que dichas falsificaciones habían sido realizadas en Marruecos, por lo que en dicho momento pensó que éste se dedicaba a traer marroquíes a España de forma ilegal. Un mes después "El Chino" le llamó, y él le pidió que recogiera los pasaportes, ya que de otra manera él los tiraría a la basura para que no le causaran problemas si su familia los encontraba.

Cuando se citó con Ahmidan, éste trató de venderle los tres pasaportes por 100 euros cada uno, según su versión, a lo que él se negó, y no volvió a verle hasta que las televisiones mostraron su fotografía, con gafas, tras la explosión del piso de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés. "Dicen que yo mando gente a Irak váyase por ahí", señaló Bousbaa.

Slimane: «El atentado me ha dolido mucho»

El presunto colaborador de la célula que perpetró el 11-M, el libanés Mahmoud Slimane Aoun, ha dicho entre lágrimas que "no hay suficientes palabras para condenar el atentado" y que "me ha dolido mucho." "Cuando vi a una mujer llorando por los atentados de Madrid, me dolió mucho porque me recordó a mi madre llorando cuando murió mi padre y mucha de mi familia en la guerra del Líbano", ha manifestado llorando Slimane Aoun, que se enfrenta a una petición fiscal de trece años de cárcel.

Tras explicar cuando estaba en su país (Líbano) no pertenecía a ningún grupo islámico, Slimane Aoun condenó los atentados de Madrid y dijo: "no hay suficientes palabras para condenar este atentado. Lo que han hecho no está bien". Según la fiscal , Slimane Aoun ayudó a Jamal Ahmidan "El Chino", uno de los autores de la masacre que se suicidó en el piso de Leganés, en la falsificación de documentos para los miembros de la célula terrorista, así como de haber mantenido un contacto telefónico "muy intenso" con éste durante los primeros meses de 2004.

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