jueves, 29 de marzo de 2007

Maradona ingresa en una clínica de Buenos Aires por una descompensación

El exfutbolista se disponía a someterse a un tratamiento para adelgazar en Suiza.


Diego Maradona, que ha subido de peso en las últimas semanas y se disponía a someterse a un tratamiento en Suiza, ha sido ingresado en una clínica de Buenos Aires por decisión de su médico, Alfredo Cahe.

En un breve parte distribuido minutos después de su ingreso en la clínica Güemes, se afirma que el nuevo problema de salud que el astro ha sufrido no está relacionado con el consumo de drogas peligrosas.


Maradona fue trasladado desde la casa de sus padres, situada en el barrio porteño de Villa Devoto, al sanatorio en una ambulancia dotada con elementos de atención para enfermos con problemas cardiacos.

En las últimas semanas algunos medios de comunicación de Buenos Aires habían afirmado que su nuevo problema es el alcohol.

Tres o cuatro habanos al día


El fin de semana pasado Cahe aseguró que Maradona estaba a punto de viajar a Suiza para someterse a un tratamiento debido a que en los últimos tiempos ha subido de peso por falta de disciplina en su conducta alimenticia. Cahe precisó que estaba excedido en alrededor de cuatro kilos y dijo que era necesario alejarlo de sus amigos y su entorno para iniciar un nuevo tratamiento de recuperación.

"Está fumando tres o cuatro habanos por día. Para él que no fumaba nada, es demasiado. Pero Diego es un paciente obediente después de lo que hemos pasado en el sentido de tomar la medicación", comentó el médico. Añadió que "no consumió más cocaína, pero eso no quiere decir que uno no siga trabajando en la personalidad de tipo adictiva" de Maradona.


Adicto a las drogas desde los 80

El exjugador, campeón del mundo con Argentina en el Mundial de México'86, estuvo al borde de la muerte a principios del 2002, cuando sufrió una crisis cardiaca en la ciudad uruguaya de Punta del Este. Posteriormente se alojó en un centro médico especializado en la rehabilitación de adictos de La Habana, Cuba, donde pasó alrededor de tres años.


Pelusa, adicto a las drogas desde los años 80 en los que triunfaba en Europa, alcanzó a detener su caída libre en el 2005, cuando tocaba fondo y decidió abrir otro capítulo en su vida. Pesaba unos 128 kilos y su corazón parecía decir basta. Sus seguidores ponían flores frente a sus fotografías en el portal de la cínica en la que las multitudes lloraban y rezaban mientras los médicos controlaban, dentro, el respirador artificial que lo ayudaba a seguir en carrera.

Nuevo problema, el alcohol

Su historia clínica era alarmante: hipertensión, problemas respiratorios, apnea del sueño, miocardiopatía dilatada, diabetes y función renal alterada. Pero de buenas a primeras, en el 2005, volvió a escena como si poco de malo hubiera pasado en los oscuros tiempos de consumo de estupefacientes, de autodestrucción sistemática y de desquicio estético.

Fue sometido a un by pass gástrico en Cartagena de Indias (Colombia), por Luis Felipe Chaux y otros tres cirujanos. Al poco tiempo pesada 65 kilos. En las últimas semanas se lo vio gordo otra vez, y algunos medios argentinos de comunicación de Buenos Aires coincidieron en que su nuevo problema es el alcohol. Maradona está otra vez ingresado en una clínica y varios de los peores tramos de su vida vuelven a reciclarse en la memoria colectiva.

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