domingo, 4 de marzo de 2007

Barcelona no quiere okupas, pero tampoco acepta viviendas vacías

• La mayoría de los barceloneses piden que se emplee más dureza contra las ocupaciones
• Seis de cada 10 apoyan que se obligue a alquilar los pisos que lleven más de dos años vacíos

Los barceloneses rechazan con claridad el movimiento okupa y piden a la Administración que se emplee con más dureza contra él. Pero eso no impide que una mayoría de ciudadanos reconozcan que los jóvenes necesitan espacios donde desarrollar sus actividades y que se muestren de acuerdo con que se obligue a alquilar los pisos que lleven más de dos años desocupados, la controvertida medida planteada por el conseller Francesc Baltasar.Según la encuesta elaborada por el Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) en la ciudad de Barcelona para EL PERIÓDICO, ocho de cada 10 consultados manifiestan poca o ninguna simpatía por el movimiento okupa. Solo uno de cada seis dice simpatizar con él bastante o mucho. En sintonía con esas proporciones, más de la mitad de encuestados creen que la Administración tiene la mano demasiado blanda en la represión de las okupaciones. Por contra, uno de cada seis ciudadanos considera excesiva la dureza empleada por las autoridades.

ACEPTACIÓN O RECHAZO

Hombres y mujeres muestran pocas diferencias a la hora de aceptar o rechazar el movimiento. No ocurre lo mismo cuando se analizan las respuestas en función de la edad del encuestado: a pesar de ser mayoritario en todas las franjas de edad, el rechazo aumenta con los años, aunque, curiosamente, a partir de los 75 se registra una ligera disminución de ese rechazo. También es llamativo que quienes menos simpatía muestran sean los encuestados de estatus económico más bajo.Según el recuerdo de voto en las elecciones municipales del 2003, los grupos de electores que más sintonizan --aunque siguen siendo minoría los que lo apoyan-- con el movimiento okupa son los de Iniciativa (ICV-EUiA), Esquerra Republicana (ERC) y el Partit dels Socialistes (PSC). El rechazo abrumador se da entre los votantes del Partido Popular (PPC) y, sobre todo, entre los de Convergència i Unió (CiU). Casi el 100% de los votantes de esa federación de partidos rechazan el movimiento okupa.Hay que destacar, no obstante, que una cosa es la opinión mayoritariamente desfavorable de los encuestados sobre el movimiento okupa y otra muy distinta que lo perciban como un problema ciudadano realmente relevante: el fenómeno aparece en el puesto número 29 entre los problemas que según la encuesta aquejan a Barcelona. Y el hecho de que la inseguridad (delincuencia) ocupe el primer lugar (véase la página 4 de la edición de ayer de este diario), pone de relieve que la mayoría de los ciudadanos, aunque rechacen el movimiento okupa, no consideran a sus miembros como unos delincuentes. Cuando se les pide a los encuestados una respuesta espontánea sobre este movimiento social, solo 12 de cada 100 entrevistados piensan que la okupación es una actividad ilegal.

PARA TODOS LOS GUSTOS

Ante esa pregunta de qué piensan del movimiento okupa, hay respuestas para todos los gustos: la más generalizada es que se trata de aprovechados y caraduras, pero en la misma línea se les tacha de gandules que no quieren trabajar, libertinos, sucios, niñatos, drogadictos y así un largo etcétera. Por contra, también hay respuestas comprensivas que ponen de relieve el problema de la vivienda, hablan de jóvenes necesitados sin techo o de protesta mal enfocada.A pesar de lo peyorativo de los epítetos más frecuentes, el caso es que casi las tres cuartas partes de los encuestados reconocen que los jóvenes necesitan tener espacios donde puedan desarrollar sus actividades sin la mirada protectora de la Administración.

ACOGIDA MAYORITARIA

En esta apreciación coinciden mayoritariamente todos los grupos sin distinción de sexo, edad o condición social. Y también encuentra una acogida mayoritaria entre los distintos grupos de electores, empezando por ERC, seguida de ICV-EUiA, PSC, CiU y PPC.Pero bajo ningún concepto --según casi ocho de cada 10 respuestas-- se debe permitir que sea ocupada una propiedad privada. Solo dos de cada 10 rechazan ese principio. En esto coinciden también mayoritariamente hombres y mujeres, con índices casi idénticos cercanos al 80%, y los distintos grupos de edad (a mayor edad, mayor aceptación). También esta vez se repite la misma llamativa salvedad que con el rechazo del movimiento okupa: los componentes del sector de bajo nivel económico son quienes más defienden la propiedad privada, mientras que los de alto nivel son los que muestran una actitud más laxa.

PISOS DESOCUPADOS

Seis de cada 10 barceloneses entrevistados tienen claro que los pisos que hace más de dos años que están vacíos deben entrar en el mercado del alquiler de viviendas y más de la mitad están de acuerdo en que si los propietarios dejan abandonadas sus propiedades está bien que haya quien viva en ellas y las cuide.La primera de estas dos hipótesis encuentra mejor acogida entre los hombres que entre las mujeres y en los jóvenes de 18 a 29 años mucho más que en los demás grupos clasificados por edades. Según el estatus económico, los que más aceptan la propuesta son miembros de la clase media. Los electores de ERC y los de ICV-EUiA la aceptan con más entusiasmo y los del PPC, con menos.Para la segunda hipótesis, las respuestas afirmativas son mayoritarias entre los más jóvenes y los más mayores, los de bajo estatus económico bajo y los electores de Convergència y Unió.

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