martes, 20 de marzo de 2007

El Supremo rechaza las pruebas propuestas por la familia de Puig Antich para revisar la condena a muerte

La Sala de lo Militar considera que los documentos "no añaden nada nuevo".

El Pleno de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha rechazado todas las pruebas propuestas el pasado mes de febrero por las hermanas del anarquista catalán Salvador Puig Antich porque "no añaden nada nuevo" para decidir si se les autoriza o no a presentar un recurso de revisión contra la sentencia que le condenó a muerte.

El auto, hecho público hoy, cuenta con el voto particular del magistrado José Luis Calvo Cabello, que entendía que sí debía haberse admitido la prueba pericial propuesta, para determinar quién y cuándo se manipuló el informe de la autopsia del subinspector Francisco Anguas, por cuya muerte se condenó a Puig Antich.

El tribunal ha acordado "su inadmisión por ser [una prueba] inútil e innecesaria, y ello, porque, como señala el Ministerio Fiscal, los añadidos a máquina y a mano en el informe de la autopsia resultan evidentes".

"La Sala los ha percibido desde el primer momento, estando por ello en concidiones de valorarlo, por lo que la pericial propuesta resulta a todas luces innecesaria. Lo mismo cabe decir respecto a las palabras que originalmente fueron dactilografiadas en dicho documento y retocadas o corregidas", afirma el auto hecho público hoy.

El pasado 20 de febrero, la Sala aplazó la deliberación que había programado para decidir si autorizaba o no la revisión de la condena a muerte, hasta resolver el recurso de súplica presentado por la familia de Puig Antich en el que solicitaba las pruebas ahora rechazadas.

La Sala Quinta explica que la petición de que declare Francesc de Paula Caminal y Badía, que fue codefensor de Puig Antich junto a Oriol Arau Hernández durante la instrucción de la causa, debe ser rechazada, porque se trata de un testigo de referencia y porque "coincide en lo sustancial con lo dicho por Salvador Puig Antich tanto en el sumario como en el juicio oral".

Una muerte aún no esclarecida

La defensa lo había solicitado para que explicara cómo Puig Antich le contó el modo en que se produjo "el forcejeo tumultuario en un espacio reducido donde se produjeron disparos de diversas armas y en el que nunca tuvo intención de matar a nadie".

Además, el tribunal da por concluido el trámite de alegaciones sobre el testimonio prestado por el doctor Joaquín Latorre, quien en septiembre de 1973 era médico residente en el Hospital Clínic de Barcelona, ayudante del doctor Ramón Barjau, al entender que la familia de Puig Antich lo aporta en su recurso de súplica.

El doctor Latorre, al igual que sostenía Barjau, declaró en el Supremo que el cadáver del subinspector Francisco Anguas, por cuya muerte fue condenado Puig Antich, presentaba al menos cinco impactos de bala y que ignoraba por qué en la autopsia figuraban sólo tres.

Por este motivo, la diferencia entre los impactos que se atribuyeron al anarquista catalán y los que tenía el cuerpo, la familia también quería que se interrogara al médico que hizo la autopsia, pero según los forenses no se encuentra en condiciones de declarar.

Lo único aceptado por la Sala es la incorporación al sumario de los recortes de prensa de la época y actuales aportados por los abogados de las hermanas de Puig Antich, Sebastián Martínez Ramos y Olga de la Cruz Herrero, sobre la detención del anarquista catalán.

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