viernes, 2 de marzo de 2007

Un joven se suicida seis días después de descuartizar a sus padres en Alcanar

Un joven de 19 años se suicidó ayer, seis días después de matar a sus padres, de nacionalidad alemana, a los que enterró en el jardín de su casa de Alcanar (Montsià), en la provincia de Tarragona. El presunto parricida no era conflictivo ni tenía antecedentes y, al parecer, mató a sus parientes en un arrebato tras una discusión con ellos, según han informado fuentes de la investigación.

El supuesto autor del crimen es A. N., de 19 años, que al parecer el pasado día 23 descuartizó a sus padres, W. J. N., de 57 años, e I. N., de 46, que eran propietarios de una empresa de Amposta (Montsià). El joven sepultó los restos en la vivienda familiar, situada en la urbanización Serra Mar de Alcanar Platja.

La Guardia Civil encontró el cadáver del joven, con un tiro de escopeta en la cabeza, y los restos descuartizados de los padres en el jardín. El muchacho se suicidó, seguramente ayer por la mañana, de un tiro de escopeta en la cabeza, con lo que, según las primeras estimaciones policiales, estuvo viviendo unos seis días en su casa, que estaba llena de sangre y con restos humanos de sus padres descuartizados por todas partes.

Las causas del crimen

Según fuentes cercanas a la investigación, el joven no tenía antecedentes ni era una persona conflictiva y al parecer mató a sus padres en un "arrebato" tras discutir con ellos. El presunto parricida hizo "vida normal" en el intervalo de días que transcurrieron entre la muerte de sus padres y su suicidio, según fuentes próximas a la familia.

El instituto armado centra sus investigaciones en recoger el testimonio de vecinos y también de los trabajadores de la empresa Nillus, propiedad del matrimonio y situada en Amposta. Los vecinos han explicado que no oyeron ningún ruido extraño, en parte debido a que la casa familiar es muy grande y está bastante aislada.

Sospecha de los trabajadores

Precisamente, fueron los trabajadores de esta compañía, que fabrica compresores, los que, a principios de esta semana, se pusieron en contacto con su único hijo, el parricida, para saber por qué motivo mantenían el negocio cerrado. Al parecer, las explicaciones que les dio no les convencieron, por lo que avisaron a la Guardia Civil, que ayer a última hora de la tarde se personó en el domicilio familiar.

Al entrar en la casa, los agentes de la Guardia Civil encontraron una imagen dantesca, con sangre y restos humanos descuartizados por todas partes. También hallaron al presunto parricida muerto de un tiro en la cabeza con una escopeta, que seguramente se disparó aquella misma mañana, según las primeras investigaciones.

Precisamente, varios agentes de la brigada judicial del instituto armado se encuentran en la casa de la familia localizando documentos y buscando huellas dactilares para disponer de más pistas que puedan ayudar a esclarecer este suceso. El juez de Sant Carles de la Ràpita, que ha abierto diligencias por el parricidio, ha decretado el secreto del sumario.

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